Jack Antonoff

¿Qué es un productor musical y cuál es su función?

Conocemos mejor a una de las figuras más importantes en la industria musical

Por Marta España

Si eres aficionado a leer críticas musicales o los créditos de los álbumes te habrás percatado de que, muchas veces, la figura del productor se equipara en peso y valía a la del propio artista. ¿Por qué es importante? ¿Qué es lo que lo diferencia del cantante o el compositor? Su papel ha sido reivindicado durante los últimos años debido a su necesaria presencia durante el proceso de grabación.

¿Qué es un productor musical?

La figura del productor musical es compleja de definir debido a su multidisciplinariedad. Puede resumirse como la persona a la cabeza de la dirección (artística y técnica) de un proyecto musical (single, EP, disco, etcétera). Si el artista/compositor es el arquitecto, el productor cumpliría las funciones del aparejador, o un director de orquesta dentro de la música popular. Su labor fundamental es dotar de unidad estética el trabajo de un músico, por tanto, ha de saber desenvolverse dentro de diferentes disciplinas, desde la composición hasta los arreglos y, desde luego, es necesario un gran dominio de los programas informáticos denominados Digital Audio Workstation (DAW), que serán su principal instrumento: softwares de grabación de audio como Ableton, Pro Tools, Logic o Cubase.


Funciones principales del productor musical

Un productor musical ha de tener un rol ecléctico y versátil. Su función principal es arreglar la canción de un determinado artista a través de los ya mencionados DAW. Sin embargo, dependiendo de la fase en la que un compositor lleve su tema al estudio de grabación, las labores del productor variarán. En general, pueden aglutinar las siguientes tareas:

  1. Composición: puede terminar una canción inacabada, o corregir una melodía existente para lograr un resultado más funcional.
  2. Grabación: dispone de equipo de grabación para todos aquellos instrumentos que lo necesiten, desde la voz hasta la batería. Este papel puede desdoblarse en la figura del ingeniero de sonido.
  3. Arreglos: es muy común que un cantante lleve una canción únicamente a guitarra y voz. En ese caso, el productor compone el resto de capas instrumentales, lo que se conoce como “arreglista”.
  4. Interpretación: un productor suele saber tocar la guitarra, el bajo o cualquier otro instrumento para grabar las pistas necesarias en caso de no contratar a un intérprete externo.
  5. Mezcla/mastering: aunque las figuras de mezcla y masterización suelen ser realizadas por agentes externos al proceso de producción, también es común encontrarse a un productor que completa este trabajo.

¿Cuál es la importancia de contar con un productor?

Una de las preguntas más frecuentes a la hora de entrar en un estudio de grabación es “¿a qué quieres sonar con este nuevo proyecto?”. Una composición simple y esquemática a guitarra y voz puede convertirse desde un tema de funk hasta una canción de trap, dependiendo de las decisiones que se tomen en la fase de producción. Es necesario, por tanto, que el productor construya ese marco estético a través de influencias dadas por el artista, ejercicios de estilo o un planteamiento global sobre el trabajo. Un ejemplo: ¿alguna vez has buscado bard-core en YouTube? La decisión instrumental, armónica o melódica que tome un productor puede hacer que un tema suene medieval o increíblemente moderno, aunque la canción sea la misma.


Diferencia entre el productor discográfico y el musical

La distinción entre el productor musical y el productor discográfico radica en sus roles y responsabilidades dentro de la industria musical. Las labores descritas anteriormente corresponden a la figura de productor musical, es decir, aquel que se encuentra a los mandos artísticos y técnicos durante el proceso de grabación y composición. Su figura es más cercana a la de un artista que a la de un empresario, en tanto que los productores suelen tener una marca personal y un sonido distintivo.

Por otro lado, el productor discográfico, o ejecutivo, se involucra principalmente en la promoción y gestión comercial del proyecto musical, desde la perspectiva del sello discográfico. Puede influir en decisiones artísticas pero su enfoque se centra en aspectos como la planificación del lanzamiento, la negociación de contratos, la gestión de presupuestos, el contacto con la fábrica de vinilos o la coordinación de la distribución y promoción del disco. En resumen, mientras que el productor musical se enfoca en la creación de la música en sí misma, el productor discográfico se centra en su comercialización.

Productores musicales más importantes en la actualidad

A lo largo de la historia han sido muchos los que se han ganado un espacio importante como productores musicales: desde George Martin, apodado el quinto Beatle por darle ese sonido característico al cuarteto de Liverpool, hasta Rick Rubin (U2, Metallica, Green Day, Red Hot Chili Peppers) o Dr. Dre (productor de hip hop reconocido, fundamentalmente, por su trabajo con Eminem).

Hoy en día, uno de los productores más reconocidos es Jack Antonoff, cantante principal en Bleachers, quien ha producido a artistas como Taylor Swift, Lorde, St. Vincent, Lana Del Rey o Troye Sivan. De hecho, suele ser bastante común que un productor musical de renombre tenga una trayectoria anterior como miembro de una banda, como es el caso del australiano Kevin Parker, cabeza pensante de Tame Impala y productor del tercer disco de estudio de Dua Lipa, “Radical Optimism”.

En España, el productor actual más reconocido es Alizzz, famoso por sus colaboraciones con C. Tangana (estuvo a los mandos de “Antes de Morirme” junto a Rosalía), si bien desde hace unos años también se ha aventurado en su carrera en solitario. Otras figuras reconocidas son Pablo Rouss, Sr. Chen o Fresquito y Mango.


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