Así suena “GRASA”: analizamos el tercer álbum de Nathy Peluso
La artista argentina vuelve con un trabajo de concepto hedonista
“GRASA” es el tercer LP de Nathy Peluso, un trabajo ecléctico que fusiona el folclore latinoamericano con el rap o el R&B, como ya viene siendo tradición en la cantante. Se trata de un trabajo multidisciplinar compuesto por 16 tracks, cada uno de ellos con un videoclip que, en conjunto, conforman una película que acompaña al álbum. Asimismo, el concepto del trabajo nace del amor propio, y es que la argentina resignifica la palabra grasa como algo positivo y enfocado al disfrute de la vida. A continuación te contamos todas sus claves para que no te pierdas nada.
El concepto
“Todos los placeres de la vida tienen grasa”, afirmó Nathy Peluso durante su entrevista en el programa de televisión El Hormiguero, presentado por Pablo Motos. A la vez, grasa es una palabra con muchas connotaciones negativas, especialmente en Argentina, donde significa “hortera”, “de mal gusto” o “vulgar”. Han sido muchos los que, a lo largo de la vida de la cantante, han criticado su aspecto físico, de modo que ella resignifica el concepto de la grasa como algo positivo: comerse un trozo de pizza le apetece a todo el mundo, por tanto, la grasa es sinónimo de disfrute. El tercer álbum de la argentina se trata de su trabajo más hedonista hasta la fecha, un disco en el que deja atrás la culpa e invita a los espectadores a hacer lo propio. Si “Calambre”, su anterior LP, se trataba de un trabajo más enérgico (como una descarga eléctrica), su nuevo álbum otorga más espacio a la balada y otras composiciones más luminosas, en tanto que se centra en el regocijo de lo mundano.
Eclecticismo
“GRASA” no es, pese a todo, un álbum de baladas. En su tercer LP también hay espacio para el rap, el trap y otros subgéneros de lo urbano. Sin embargo, Peluso toma como punto de partida la canción folclórica y la nostalgia por los años 2000. Como un disco que se centra en el placer, Nathy transita por algunos de los géneros musicales que más han influido su carrera (y, por tanto, los que más disfruta). Hay beats dosmileros que recuerdan a Timbaland o Justin Timberlake (“LEGENDARIO”, “IDEAS RADICALES”), también salsa (“CORLEONE”, “LA PRESA”), tradición española (en “APRENDER A AMAR” utiliza una marcha procesional de Antonio Escámez) o R&B (“ENVIDIA”, “MAMÁ”). Y, por supuesto, hay canciones donde demuestra su habilidad como rapera (“MENINA”), destacando su particular estilo de rimas, único en la industria musical de habla hispana. Como siempre, el punto fuerte de la cantante es su eclecticismo, y es que desde sus orígenes nunca se ha encasillado en un género musical concreto.
Performance
“GRASA” no es exclusivamente un trabajo musical, sino que con él Nathy Peluso también homenajea sus orígenes en el mundo de la interpretación. Si “Esmeralda” se componía como reivindicación a sus raíces latinoamericana y en “Calambre” pudimos ver algo más de su formación como rapera, “GRASA” es una oda a su faceta como actriz. Con 10 años, se mudó junto a su familia a Torrevieja. Allí cursó estudios de gimnasia rítmica y se apuntó a Comunicación Audiovisual en Murcia, si bien nunca llegó a graduarse. Más tarde, ya afincada en Madrid, se matriculó en Pedagogía de las Artes Visuales y la Danza en la Universidad Rey Juan Carlos (tampoco terminó dicha formación, porque comenzó de forma paralela su carrera musical). Así, el cine siempre ha sido un apartado muy importante dentro de la faceta artística de Peluso y, por tanto, “GRASA”, viene acompañado de una película conformada por 16 videoclips (uno por cada canción). En conjunto, forman una historia con su principio y su final.
Colaboraciones
De las 16 canciones que conforman el trabajo, 5 de ellas son una colaboración con algunos de los artistas del momento. Los músicos que participan en esta nueva entrega son Blood Orange, Ca7riel & Paco Amoroso, Duki, C. Tangana y Lua de Santana. Aunque todos estos artistas se adapten al estilo y el concepto del nuevo trabajo de la argentina, la permeabilidad de Nathy Peluso también se funde con la marca personal de cada uno de los colaboradores. Así, en “EL DÍA QUE PERDÍ MI JUVENTUD” encontramos una base acústica que por momentos se torna en synth pop, acorde al indie chill-hop del inglés. Con el rey del trap argentino publica “MANHATTAN”, la canción con la base más agresiva y urbana de todo el trabajo. Lo más curioso es la colaboración de Puchito en el LP, un skit de 18 segundos que funciona a modo de interludio y que no puede ser considerada una canción por sí misma: “Yo no les creo nunca cuando hablan, no les creo cuando dicen que soy el mejor ni cuando dicen que soy el peor. Sólo les creo cuando bailan, cuando ríen, cuando lloran… ahí no tienen forma de mentir” recita el madrileño y acto seguido da paso a “ENVIDIA”, el octavo track del LP.
Las letras
Dado que el concepto del álbum es resignificar una palabra tradicionalmente entendida como negativa (con la que la cantante ha tenido que vivir como insulto), las letras de las canciones son más íntimas y personales. En general, “GRASA” es una oda al amor propio, y así podemos verlo en temas como “APRENDER A AMAR”, que en realidad es aprender amarse a una misma: “Tienes que aprender a amarte, perra” canta Peluso a mitad del tema. “ENVIDIA”, por otra parte, está dedicada a su haters, apelando a lo poco que le importan sus críticas: “Qué me importa la gente, nací para ganar, que hablen con el viento, mamá me dio un talento: saberlos ignorar”. Algo parecido narra en “LA MENTIRA”, en la que reflexiona sobre la autenticidad en la música y en lo mucho que desean algunos detractores verla caer: “Demasiado ruido, mucha gente me dispara duro con la metralleta, demasiado puro nena, te lo juro, me acorralan si me quedo quieta (…) pica la rabia no saben rascar la bronca que les da esta guacha”. En definitiva, “GRASA” es un disco donde Nathy Peluso hace caso omiso del qué dirán y vuelve más empoderada que nunca.
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