Liam Gallagher

Liam Gallagher vuelve al ruedo junto a John Squire

El pequeño de los Gallagher se junta con el exguitarrista de los Stone Roses, aunque sigue sin cerrar la puerta a una hipotética reunión de Oasis

Por Juan Manuel Freire

Liam Gallagher no ha tenido ninguna mala suerte en solitario: cinco de los seis álbumes que ha publicado a su nombre, los tres de estudio y dos de los grabados en directo, debutaron en el número uno de las listas de ventas en Reino Unido. Pero aún así ha creído que su nuevo disco debería estar cofirmado y, además, con una estrella casi, casi capaz de hacerle sombra: “Liam Gallagher & John Squire” es una larga colaboración del excantante de Oasis con el exguitarrista de The Stone Roses, que no lanzaba nada a su nombre desde el álbum “Marshall’s House” de 2004.

Curiosamente, esta vez Gallagher se ha desentendido de componer y ha sido Squire quien se ha encargado de crear partituras a medida de su partenaire, a quien ya había acompañado en dos conciertos en Knebworth en 2022. La banda se completa con el hitmaker Greg Kurstin al bajo y otros instrumentos (además de en la producción, como en los últimos discos de Gallagher) y Joey Waronker (R.E.M., Atoms For Peace) a la batería. Banda concisa pero indiscutible.

En el disco se divierten tocando un poco de todo. Hay bastante psicodelia, sobre todo en una alucinógena “Just Another Rainbow” que nos recuerda que The Stone Roses encontraron una de sus inspiraciones formativas en el rock ácido de The Dukes Of Stratosphear, o sea, XTC con otro nombre. “Raise Your Hands” es un (intento de) himno glam contra el desaliento. Hay una canción de rock bastante directo, casi punk, sobre estar aburrido de todo y todos, o quizá sobre lo aburrida que resulta la gente que siempre está aburrida (“I’m So Bored”). Más sorprenden la blues “I’m A Wheel”, con inesperada referencia a “Star Wars” (“estos no son los droides que estáis buscando”), o esa travesura honky tonk llamada “You’re Not The Only One”, con gran piano vertical de Kurstin).

Las críticas han sido variadas, pero ganan las respetuosas y las hay incluso muy entusiastas, como la del diario 'The Guardian': “La nostalgia puede parecer una aflicción que afecta a la música; hasta que, de repente, aparece un gran disco que mira hacia atrás y, sin embargo, consigue que esa dolencia no parezca tan mala”, escribe Kitty Empire. En el punto más opuesto se sitúa Éamon Sweeney, de 'The Irish Times', quien describe el disco como “un ejercicio insoportable de fanfarronería y chulería”.


Todavía abrazado a Oasis

Gallagher ofrecerá el próximo junio una serie de conciertos (en solitario) en conmemoración de los ¡treinta años! de “Definitely Maybe” (1994), disco de debut de Oasis, obra fundacional del britpop de los noventa. En esta gira por Reino Unido e Irlanda tocará el álbum en su integridad y otros temas que sonaban en los directos de su antigua banda por la época, como “Whatever”, “Fade Away”, “Listen Up” y “Sad Song”.

Es la segunda mejor opción para oír todo ese repertorio en directo, después de, claro, una hipotética reunión de Oasis para la que Liam ha puesto condiciones. Bueno, sobre todo una condición, que sea Noel quien llame: “Él sabe que yo no voy a llamarle. Fue él quien disolvió el grupo, así que será él quien llame, y si no hay llamada no nos volveremos a juntar”, explicó en 'The Sunday Times'. Y añadía: “En honor a la verdad, puedo verlo sucediendo. Ahora que las cosas han cambiado en su vida personal, puedo imaginarlo mirando hacia atrás, no mirando hacia atrás con ira, y diciendo, ‘¿Sabes qué? Fui realmente desagradable con mi hermano pequeño. Es el momento de que le envíe una caja de chocolates”.

En mayo del año pasado, Noel encendió a su hermano al tildarle de “poco sincero” y “cobarde” en el programa “White & Jordan” de la emisora talkSPORT. Lo primero, por hacer que los fans se hicieran ilusiones al no dejar de hacer alusiones a una posible reunión. Lo segundo, porque según Noel es Liam quien debería llamar, y no, no lo hará. “Debería llamarme, porque no deja de hablar de ello –dijo–. A estas alturas, debería tener alguna clase de plan”. Liam, claro, contestó en Twitter diciendo que Noel “habla mierda” y “ODIA” a los fans de Oasis.


Una guitarra como un hacha

Oasis se acabaron el 28 de agosto de 2009, cuando un famoso “altercado en París” se convirtió en estocada definitiva para la banda. Por entonces los ánimos estaban calientes: la semana antes, el grupo había cancelado su segundo pase como cabezas de cartel del V Festival de Chelmsford por una laringitis de Liam que Noel dejó en “resaca”. La cosa se puso, al parecer, muy física en el backstage del festival Rock en Seine, cerca de París. Así lo explicó Noel dos años después, en una rueda de prensa de su proyecto en solitario High Flying Birds: “Por algún motivo, [Liam] se fue a su propio camerino y volvió con una guitarra y empezó a empuñarla como un hacha. No estoy bromeando. Y me lo tomo a chiste porque así es como soy, pero era un acto innecesariamente violento, y ahí estaba sacudiendo esta guitarra, y por poco no me arranca la cara con ella”.

Le tocó a Kele Okereke de Bloc Party (y al tour manager de aquellos, Peter Hill) anunciar desde el escenario que Oasis no actuarían esa noche, pero fue el propio Noel quien, dos horas después, publicó un comunicado en la web de Oasis anunciado que se iba. El resto del grupo siguió adelante como Beady Eye y publicó dos álbumes antes de, a su vez, disolverse en 2014.


Foto: Tom Oldham

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