Taylor Swift hace historia en los Grammys de 2024
Phoebe Bridgers arrasa, Annie Lennox reivindica… SZA flopea y Lana Del Rey se larga de vacío
No. Ayer efectivamente no fueron los Grammy de SZA (que partía con el mayor número de nominaciones, 9, y se marchó con solo 3 gramófonos). Igual que no fueron los Grammy de una Lana Del Rey que volvió de vacío. Porque la academia se mantiene siempre balanceándose en la comodidad y no va a bajarse de ahí salvo para escenificar alguna reivindicación vaga. Y no hay nada más cómodo que hacer historia otorgándole un nuevo Grammy a Taylor Swift, que con su última victoria en la categoría de Álbum del Año por “Midnights” logra convertirse en el primer artista de la historia en alzarse con él hasta en cuatro ocasiones: supera así a Frank Sinatra, Paul Simon y Stevie Wonder, los tres con tres. Jack Antonoff, por su parte, también se llevó a casa el gramófono al Mejor Productor del Año por su trabajo no solo en “Midnights”, también en “Did you know…” de Lana Del Rey. La texana aprovechó además para anunciar nuevo álbum (“The Tortured Poets Department”, a la venta el 19 de abril), uno más en su renovada personalidad artística de la mano de Antonoff y Aaron Dessner de The National. Y con la emoción –o el pasotismo supino que da saberse siempre ganadora– se le olvidó saludar a Celine Dion, que reaparecía tras hacer pública su enfermedad para entregarle el galardón.
La otra gran ganadora de la noche, y de forma muy inesperada, fue Phoebe Bridgers. boygenius se convirtieron en el acto alternativo más laureado de la gala: ganaron el Grammy al Mejor Álbum Alternativo por “the record” y el doble premio a la Mejor Canción Rock y Mejor Interpretación Rock por “Not Strong Enough”. Además, Bridgers se agenció también el Mejor Dúo por “Ghost in the Machine”, en el que comparte focos con SZA. La cantante de R&B, por su parte, brilló en las categorías especializadas, pero sus victorias en Mejor Canción de R&B por “Snooze” y en Mejor Álbum de R&B Progresivo para “SOS” supieron más bien poco.
Tanto boygenius como SZA tuvieron que repartir su dominio en las zonas específicas con Paramore y Victoria Monet, respectivamente. Los de Haylee Williams se hicieron con el Mejor Álbum Rock por “This Is Why”, y la canción homónima recibió el premio a la Mejor Interpretación de Música Alternativa. Y Monet se llevó el codiciado premio al Mejor Álbum de R&B por “Jaguar II”, así como el reconocimiento a la Mejor Artista Nueva. Karol G se hizo con el Grammy al Mejor Álbum Latino en el que era su primer reconocimiento anglo, y Peso Pluma rubricó su año inmaculado con el Grammy que reconoce al mejor álbum de regional Tex/Mex.
En el campo de la electrónica, el gran ganador terminó siendo Fred again.., que por su “Actual Life 3” recibió el Premio al Mejor Álbum Dance/Electrónica y vio cómo su participación en “Rumble”, de Skrillex, se convertía en la Mejor Grabación Dance/Electrónica. El primer reconocimiento en la categoría de Mejor Canción Pop Dance (se estrenaba este año) recayó en Kylie Minogue y su “Padam Padam”. Y las categorías de rap fueron dominadas contundentemente por Killer Mike: Mejor Álbum Rap para “Michael” y triplete con Mejor Canción Rap y Actuación Rap para “Scientists & Engineers”. Salió detenido: no se puede ser más rapero.
En cuanto a los grandes premios a la Grabación del Año y a la Canción del año, las agraciadas fueron Miley Cyrus con su “Flowers” (la interpretó en directo en la ceremonia con un vestido vintage de Bob Mackie y peinado volumétrico, rindiendo homenaje a Dolly Parton, Tina Turner y Jane Fonda) y Billie Eilish con “What I Was Made For”, su tema para la película de “Barbie”: el Barbenheimer, en los Grammy, se saldó con empate técnico, pues “Oppenheimer” se alzó con el gramófono que premia el score.
Siguiendo el hilo de las actuaciones, destacó el debut de Joni Mitchell a sus 80 años, interpretando su mítico “Both Sides Now” después de recuperarse de un aneurisma cerebral grave que la dejó prácticamente incapacitada en 2015. Así como el retorno a los escenarios de Tracy Chapman para interpretar “Fast Car”. El momento más emotivo y político lo dejó la gran Annie Lennox durante un in memoriam que servía también como homenaje a Sinnead O’Connor: tras interpretar su “Nothing Compares 2 U” sobre recuerdos a artistas como Tina Turner, Ryuichi Sakamoto o María Jiménez, pidió la unidad de la comunidad artística frente a la guerra y el alto el fuego en Gaza, y la organización solo pudo reaccionar cortando la retransmisión.
Y es que si algo dejaron claro los Grammy de 2024 fue el excesivo americanismo: en un momento en el que la identidad cultural norteamericana pende, por primera vez, de un hilo, los Grammy (no como sucederá en breve, presumiblemente, con los Oscar) han decidido sacar pecho con premios a la americanidad que pueden resumirse en Miley Cyrus, en el look de Billie Eilish para el clip del tema de “Barbie” o en el dominio de Killer Miker, un rapero sobradamente conocido últimamente por sus polémicas opiniones en favor del ultraliberalismo. Seguramente O’Connor nunca hubiera aceptado un homenaje en una gala como esta, pero ahí estuvo Lennox para recordarnos que siempre nos queda la opción de alzar el puño izquierdo.
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