Drake y J. Cole: duelo en la cúspide en su último videoclip
“First Person Shooter” muestra a los dos raperos cara a cara
Sorprendía la poca actividad promocional, en referencia al material videográfico, con la que Drake había acompañado el lanzamiento de “For All The Dogs” (2023), su noveno álbum en estudio. Si su salida coincidió con la publicación de un videoclip de perfil bajo, el de “Another Late Night”, tema en el que colabora Lil Yachty, ahora el rapero canadiense enmienda esa anormalidad con un trabajo que asume –empezando por el despliegue de medios– su rango en el actual panorama musical.
Dirigido por Gibson Hazard, el clip de “First Person Shooter” arranca con un homenaje no velado a la versión estadounidense de “The Office” (Greg Daniels, 2005-2013). Uno de sus personajes carismáticos –Kevin, interpretado por Brian Baumgartner– se entretiene en su despacho con un videojuego. Cuando recibe la llamada telefónica de su jefe para interesarse sobre el desarrollo de la jornada, la cámara enfoca el interior de la oficina, donde los trabajadores parecen fijados a sus habitáculos, y es así como lo expone a su superior. Sin embargo, pronto se descubre que lo que parecía un afán productivo se trata de un engaño, cuando un trávelin destapa que esas figuras humanas son en realidad muñecos para evitar levantar sospechas durante la ausencia de los puestos de trabajo. Tras cruzar una puerta, en lo que supone la primera transición espacial del clip, los trabajadores descubren en una sala contigua –volcados en un frenético e increíble partido de pimpón– a Drake y J. Cole. Del arranque humorístico se pasa al drama deportivo hiperbólico. En un nuevo alarde técnico con la combinación de imágenes captadas en plató y el trabajo posterior de efectos visuales, el entorno laboral que configuraba una sala de reuniones queda remplazado por un inmenso estadio con una masa exultante ante cada nuevo golpe de trayectoria imposible.
De nuevo una extraordinaria transición modifica el tablero de juego que enfrenta a los dos raperos, pasando del pimpón de estadio al ajedrez, y sucesivamente al boxeo y al baloncesto. En el último tramo se asiste a un nuevo cambio de tercio, asimilando mimbres del cine de superhéroes, especialmente de las tres primeras películas de “Batman” (2005-2012) dirigidas por Christopher Nolan. Es después del impacto de un balón-meteorito en el pabellón de los Toronto Raptors cuando un lobo se convierte en Drake en versión mesiánica, dispuesto a darse un baño de masas con sus acólitos (caninos) en una explanada de la ciudad, antes de quitar la lona que cubre una gigantesca estatua con las fisonomía del astro canadiense. Una última acción con la que lanza un guiño explícito al antiguo poseedor del título de “rey del pop”, el fallecido Michael Jackson. En concreto remite al teaser para el álbum “HIStory. Past, Present And Future. Book I” (1995).
Son referencias obvias las que salpimentan este trabajo, que atrae por su despliegue técnico, sus formidables transiciones, el surtido de técnicas utilizadas –barridos, cámaras lentas, montaje picado de planos cortos, trávelin, zum masivos y por supuesto toda la artillería de efectos visuales– que posibilitan los cruces de universos diferenciados en tono y estilo. Esta vez sí, una desmedida puesta en escena acorde a la popularidad del protagonista del vídeo.
Escrito por Marc Muñoz
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