El country vuelve a ser tendencia

El country ha vuelto a ser tendencia en 2024. Esto se debe a que, durante la Super Bowl (acontecida el pasado 12 de febrero), Beyoncé lanzó dos nuevas canciones, “Texas Hold 'Em” y “16 Carriages”, anunciando de este modo su nuevo álbum, que estará disponible a partir del 29 de marzo y llevará una estética country. Pese a los sorprendidos, la cantante ha estado insinuando su viraje artístico durante estos últimos años: en la celebración de los Grammy 2024, que tuvo lugar el 4 de febrero, su look era el de una verdadera cowgirl. Aun así, su anuncio ha provocado mucha controversia, tal y como sucedió con el tema “Daddy Lessons” de su álbum “Lemonade” (2016). Otros artistas, como Lil Nas X, no siempre han sido bienvenidos en el género. Sin embargo, es innegable que el country está ganando mucha popularidad en los entornos más comerciales de la industria musical.

El de Beyoncé no ha sido el único anuncio sorprendente durante estos últimos meses. Lana Del Rey, conocida por sus canciones de corte vintage y sus coqueteos con el indie más introspectivo, tomará un desvío musical en su próximo álbum “Lasso” (que se publicará en septiembre), fuertemente influenciado por la tradición musical de Nashville y del Deep South. “El negocio de la música se está volviendo country” dijo Lana este mismo mes. Por su parte, Post Malone ha confirmado que tiene un disco country bajo el brazo. El rapero hizo su debut en las listas del género con un tributo a Joe Diffie el año pasado.

Cabe preguntarse, por tanto, como la música que parecía olvidada vuelve a resonar en el pensamiento colectivo norteamericano. El country, arraigado profundamente en el tejido cultural de Estados Unidos, ha trazado un camino musical diverso y rico a lo largo de los años.

Historia y origen del country

Sus raíces se remontan a las regiones rurales del sur del país en la década de 1920, cuando una mezcla de tradiciones folclóricas irlandesas, junto con los ritmos afroamericanos del blues y el gospel, dieron vida a un sonido distintivo que se convirtió en un símbolo identitario. Así, el legado del country en la cultura popular estadounidense es innegable, con figuras legendarias como Johnny Cash y Dolly Parton, que han dejado una marca en la historia de la música norteamericana.

Sin embargo, el country saltó al mainstream de índole internacional gracias a su hijo, el country pop. Éste surgió en Nashville a partir de 1970, si bien tuvo su mayor apogeo en los años noventa. Así, el country pop marcó un cambio en el paradigma, cuando la música asociada tradicionalmente a lo rural se codeaba con grandes artistas, se insertaba dentro de la industria y abría su registro a melodías jóvenes, instrumentación más eléctrica y letras universales, lo que llevó a la audiencia al consumo masivo de música country y a una hibridación del género. Mientras Nashville se convirtió en el epicentro de la música country pop, surgía en Bakersfield una competencia a la que apodaron Bakersfield Sound, caracterizada por su acercamiento al rock, los géneros musicales más rudos e incluso el country progresivo. Sin embargo, el primero no tardó en alzarse sobre el segundo a finales del siglo XX. Dominado por voces femeninas, el country pop tuvo en Shania Twain su máxima exponente en los noventa, a la que se sumaron otras voces imprescindibles como Alanis Morrisette, autora de himnos como “Bitch” o “You Oughta Know” (reivindicada este último año por la versión de Chiara en el talent show Operación Triunfo).

Taylor Swift y sus inicios en la música country

Sin embargo, la verdadera explosión del country pop ocurrió a comienzos del siglo XXI con la entrada a escena de Taylor Swift, Kacey Musgraves o Faith Hill. El éxito de la primera tuvo especial relevancia: con solo un álbum de estudio publicado, de título homónimo, vendió 7 millones de copias en Estados Unidos. El 11 de noviembre de 2008, la cantautora decidió repetir la fórmula que tan bien le había funcionado en su debut publicando “Fearless”. Canciones como “Love Story”, “You Belong with Me” o “Today Was a Fairytale” fueron un éxito rotundo, vendiendo medio millón de copias en Estados Unidos solo en la primera semana.

En 2014, Swift lanzaba “1989”, un disco en el que, con canciones como “Blank Space” dejaba claro que se alejaba del country o el pop más orgánico para incorporar elementos electrónicos. No podemos olvidar que, durante ese lustro, la tendencia musical en el territorio occidental eran el EDM, el eurodance, el house y el dubstep, por lo que la esfera mainstream se encargó de borrar cualquier elemento medianamente acústico en favor de una producción clubera.

Sin embargo, y debido a que cada vez los ciclos en la moda tienen menor duración, cabe esperar una disminución en el uso de elementos electrónicos y una mayor presencia de guitarras acústicas y otros elementos orgánicos durante los próximos años. ¿Marcarán Beyoncé, Lana del Rey y Post Malone un nuevo camino en la creación musical? ¿O serán trabajos aislados dentro de una corriente predominantemente eléctrica?