Lo mejor (y lo peor) del cartel de Coachella 2025

Un año más se acerca el festival más instagrameado del mundo, para bien y para mal, y un año más comienza el runrún sobre su deriva hacia tendencias comerciales, que forman con el persistente espíritu alternativo un totum revolutum demasiado extraño. Un uncanny valley en el Desierto de Indio, Coachella esconde sin embargo muchas cosas sobre su carcasa, y siempre tiene un cartel relativamente interesante en el que muchos encontrarán estupendos reflejos. Intentamos desgranarlo.

Por fin el headlining set en el Desierto que Gaga merecía

Lady Gaga ya ha sido cabeza de cartel de Coachella, concretamente en 2017, pero no era la idea inicial: la organización contó con ella sobre la bocina debido a que, por consejo médico, una Beyoncé por entonces embarazada de gemelos se veía obligada a cancelar su actuación. Gaga lo partió, como es habitual, pero no tuvo tiempo de preparar un espectáculo a la altura del festival y, sobre todo, de su leyenda escénica. Así que 2025, y sirviendo como punto de partida para la que apunta a ser su gira más grande de la historia en presentación de su nuevo disco, parece la ocasión perfecta. La ópera Gaga en el Desierto.

Desierto de reinas

Por detrás de Gaga, y aunque ninguna tenga el honor de ocupar como ella la primera línea del cartel (reservada a hombres de dudosa gracia y actualidad como son Post Malone, Travis Scott y Green Day), aparece una enorme nómina de reinas de todos los ámbitos artísticos, géneros y geografías que demuestra que la producción musical femenina está en otro nivel hoy en día: Missy Elliot homenajeando su carrera, la primera actuación de LISA en Occidente después del final de Blackpink, FKA twigs y su impecable sentido del espectáculo, GloRilla certificando su nuevo reinado en el hip hop yankee, Charli XCX rubricando el poder de “Brat” aún un año después y viendo cómo sigue creciendo, Anitta, Clairo, Beth Gibbons, Japanese Breakfast, Megan Thee Stallion, Beabadobee, Marina, Amaarae…

La electrónica de masas toma definitivamente el Desierto

La purpurina ha terminado por hacer mella en Coachella, y si antes un pequeño club inmersivo daba la bienvenida a algunas de las nuevas tendencias de la electrónica, tanto en lo popular como en lo experimental, el 2025 ha terminado por confirmar la imposición de los vitaminados sonidos que siempre gustaron en EEUU vía la Miami más comercial, y que conectan con Tomorrowland y con Ultra Music Festival: The Prodigy, Vintage Culture, Keinemusik o Zedd se juntan con la facción hardcoreta europea de VTSS, HorsegiirL, Amelie Lens o Indira Paganotto, y proyectos de corte psy-trance como Boris Brejcha o Infected Mushrooms reclaman protagonismo.

Desierto de raras

Aunque haya mucha música comercial en Coachella y cueste encontrar el hilo cada año más, las raras siempre estarán ahí para dignificarlo: este año FKA twigs presentando por todo lo alto el que ya parece ser uno de los discos de 2025, “EUSEXUA”, pero también los seminales Kraftwerk, Arca, A.G. Cook, Snow Strippers, Fcuckers, Darkside (con un nuevo disco y espectáculo que estrenaron en exclusiva en el C2C), Salute, Rawayama, HAAi, Blonde Redhead, Lola Young, Maribou State, Kneecap, Julie o Seun Kuti con sus Egypt 80. Una versión global en la que también está representada Venezuela a través de, entre muchas otras, la actuación del director de orquesta Gustavo Dudamel con la Filarmónica de Los Ángeles.

Retornos de los que dan envidia (sana)

La exposición mundial que ofrece Coachella y su consolidación como festival antonomásico lo convierten en escenario perfecto para muchas reuniones y ocasiones especiales. En 2025 nos llaman especialmente la atención dos: el retorno de Basement Jaxx, dúo seminal del big beat, el UK house y el UK garage, en una gira que no sabemos a dónde les llevará, pero seguro que no solo a Coachella, y el de Three 6 Mafia tras la muerte en 2023 de Gangsta Boo, reformulados definitivamente como trío y no sabemos si con nuevo disco en camino. También, y aunque no se pueda considerar un retorno, mola ver el regreso de Chase & Status, mitos del drum’n’bass y del dubstep, ya con Takura Tendayi al micrófono. Y en la misma línea están los míticos Misfits, guiño anual del festival a la cultura norteamericana, con una reformulación de su formación original.

Bien de bebida energética (vamos… es el Desierto)

Además de todas las propuestas de electrónica hinchadas de Monster, la elección de los cabezas de cartel de esta edición más allá de Lady Gaga es reveladora: Travis Scott montando su circo para hooligans, Post Malone repasando toda su trayectoria, y Green Day en la que será su primera actuación en el festival californiano.

Orgullo de aquí: Judeline

La niña del sur, que acaba de sacar por fin su debut (uno de los discos del año) y ya tiene una gira entera con todo vendido hasta su culminación temporal en el próximo Primavera Sound, y pasará por Coachella para seguir ampliando su poderío internacional.