SAM SMITH

5 razones por las que no puedes perderte a Sam Smith en el festival KALORAMA

El británico, envuelto en el sprint final de ‘GLORIA the tour’, vuelve a la capital encabezando la tercera jornada de KALORAMA Madrid el 31 de agosto

Por Diego Rubio

Después de dos exitosas ediciones en Lisboa, el festival KALORAMA se desdobla para su tercer aniversario con una edición espejo en la capital de nuestro país, que se celebrará durante los días 29, 30 y 31 de agosto en el Recinto Ferial de IFEMA Madrid. Entre el plantel, un vistazo intergeneracional a algunas de las tendencias alternativas que han marcado las últimas dos décadas: la electrónica más mass friendly, de Soulwax a Overmono o Peggy Gou; el punk bailable de LCD Soundsystem o Gossip, que encuentra su reflejo en Nation of Language; la sofisticación de un Joe Goddard, heredada y elevada a la máxima potencia funk por Jungle; el pop con mayúsculas de Sam Smith –pasado y presente– y de RAYE –presente y futuro–; una genealogía de rock extraño que pasa por The Kills, Yard Act, Yves Tumor… y grandes mitos para la facción más indie, claro: Massive Attack, Thom Yorke y Jonny Greenwood –que llegan para presentar el segundo disco de The Smile–, la infalible Fever Ray y un Ben Gibbard que está uniendo por primera vez a sus dos grandes bandas, The Postal Service y Death Cab For Cutie, en un mismo escenario.

Sam Smith llega inmerso en la última manga de “GLORIA the tour”, “GLORIA: Blackout” –algo así como “El apagón”–, para encabezar la jornada del sábado 31 de mayo junto a Massive Attack, con un line-up esencialmente festivo que también incluye las actuaciones de Jungle, Peggy Gou, Ezra Collective u Olivia Dean. Y seguramente dará uno de los grandes conciertos de esta primera edición. Aquí algunas razones –unas más objetivas que otras–.

1. “Blackout”, la otra cara de “Gloria”

El éxito de “GLORIA the tour”, la espectacular gira mundial que recorrió Europa, EEUU, Australia y Asia a lo largo de un intenso 2023 –y que ya le trajo a la capital de nuestro país como parte del Mad Cool Festival–, terminó de convencer a Sam Smith para firmar una prórroga. Una que, además, saldará cuentas pendientes, por ejemplo, con Latinoamérica, por donde el británico no giraba desde su primer álbum. Pero no podía ser un más de lo mismo, así que replantearon el show no desde las bases, sino desde el exterior, para dar con “GLORIA: Blackout”, una aproximación más visceral, clubera, oscura y nocturna al repertorio de la gira, y también más preparada para hacer bailar a grandes crowds festivaleras que para embelesar arenas, donde el músculo –y la grasa, y la sensualidad– se ponen por delante de cualquier sutileza.

2. El décimo aniversario de “In the Lonely Hour”

Justo inmerso en pleno “Blackout”, a Sam Smith le ha tocado también celebrar diez años de su debut, un disco con el que rubricó una de las temporadas más sorprendentes de la historia para un rookie de la industria musical: entre 2014 y 2015 “In the Lonely Hour” solo fue superado por gigantes consolidadísimos como Taylor Swift, Lana del Rey o Coldplay y un fenómeno comercial del alcance de “Frozen”, se coló en el top 5 de discos más vendidos en todo el mundo superando las seis millones de copias y arrampló con cuatro Grammy. El principio de sus conciertos se ha convertido en una celebración de ese legado, con canciones ya grabadas a fuego en la cultura popular como “I’m Not The Only One”, “Stay With Me” o “Like I Can”.


3. Los looks de Vivienne Westwood

En 2016 la mitiquísima Vivienne Westwood reconocía más de dos décadas de trabajo en la sombra del austríaco Andreas Kronthaler a nivel no solo práctico, también inspiracional, en muchas de sus piezas y colecciones más reconocidas, sobre todo a partir de los 90. El que fuera pareja artística –y en el fondo también vital– de la diseñadora británica se ha encargado de recoger su testigo tras la muerte de esta en 2022, y una de sus primeras grandes colaboraciones como cabeza de la firma ha sido con Sam Smith para “Blackout”: toda una ristra de piezas que intercambian el predominio del blanco por el del negro y que recorren la iconografía pop británica, incluida una versión BDSM del legendario leather look de George Michael.

4. Fiesta de la libertad

No solo es que el concierto de Sam Smith sea necesario por todas las sensibilidades –de mierda– que hiere con una provocación que es de todo menos vacua y que explora las contradicciones entre lo sagrado y lo profano: que si meapilas conservadores, garantes de la moral cristiana y del “buen gusto” y la (in)decencia en general o directamente homófobos. Es que, además, es una verdadera fiesta que repasa las canciones que han puesto a Smith en sintonía con géneros de música electrónica, de “Latch” –su aporte en el primer disco de Disclosure, uno de esos juntes que visto ahora, con la perspectiva que dan los años, sirve para definir muchos de los caminos que hemos ido viendo en el pop electrónico de la última década– a “Desire”, una nueva colaboración con Calvin Harris que sigue al éxito de “Promises”.


5. Sam Smith ya dio el mejor concierto del Mad Cool 2023

Si no te ha convencido nada de lo anterior, para los más prácticos y materialistas siempre quedará el argumento de autoridad que da el hecho mismo, la realidad comprobable: Sam Smith ya dio el mejor concierto en el pasado Mad Cool desplegando sobre las tablas del festival un espectáculo que estaba más bien diseñado para grandes arenas, y en el que una banda colosal, un equipo de bailarines dirigido por Daniel Alwell –del Ballet Nacional de Marsella– que se mueve entre la danza contemporánea, el ball y el street dance y un coro de góspel elevan una propuesta que va del minimalismo baladístico a la alcoba y al cuarto oscuro y de ahí al puro éxtasis carnal. Imagínate ahora con un show que parece estar mucho más cerca del suelo que de la gloria.


Foto: Michael Bailey-Gates


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