David Belisle

¿Qué es el dreampop?

Nos adentramos en uno de los más fascinantes subgéneros que ha dado el indie.

Por David Sequeda

De entre todos los subgéneros que ha dado el indie, el dreampop es uno de los más fascinantes. En realidad, se trata de un estilo difuso con raíces en el propio origen del pop y que ha conseguido evolucionar dialogando con las nuevas tendencias que iban surgiendo. Os explicamos en qué consiste y quiénes son sus mejores representantes.


Algo más que pop ensoñador

El término “dreampop” fue acuñado en 1987 por los componentes del dúo británico A.R. Kane para describir el sonido que ellos estaban explorando. Después, el crítico musical Simon Reynolds popularizó el término y lo amplió a otros grupos que compartían similares características: la textura sonora y la atmósfera eran los elementos predominantes, la voz solía quedar diluida entre el magma sónico para crear una sensación de densidad onírica e ingrávida, las guitarras huían del típico exhibicionismo del rock para recrearse en una saturación favorecida por pedales de efectos como el reverb, el eco, el tremolo y el chorus, y se apoyaban a menudo en efectos electrónicos, utilizando la mesa de grabación como otro instrumento más. Por otro lado, las letras solían rehuir las narrativas realistas y tiraban más de misterio o escapismo.

En 1991, también en Reino Unido, se acuñó otro término, el de “shoegaze”, con un origen despectivo, pues bromeaba con la actitud de los guitarristas que se pasaban todo el concierto mirándose a los zapatos porque tenían que estar pendientes de los pedales que pisaban. A menudo, se ha confundido con el dreampop. En realidad, se trata de estilos colindantes, con diferencias muy sutiles que tienen que ver, sobre todo, con la intensidad ruidista de las guitarras.


¿Quién inventó el dreampop?

Aunque A.R. Kane fueron los primeros en usar el término, la verdad es que ellos se inspiraron en Cocteau Twins. La banda creada por Liz Fraser y Robin Guthrie nació en 1981, asociada al denominado rock gótico, con grupos como The Cure o Siouxsie & The Banshees, y al principio se definió su sonido como “ethereal wave”. En esencia, aquello ya era dreampop. Su momento fundacional se lo otorgó a su single “Sigur Hiccup” y a “Song To The Siren”, la versión de Tim Buckley que Fraser y Guthrie grabaron entonces para el proyecto colectivo This Mortal Coil. Ambas canciones salieron prácticamente en paralelo, en el otoño de 1983 y, al igual que A.R. Kane, bajo el paraguas del sello 4AD, que se convirtió en adalid de ese sonido, al que luego se adhirieron otros grupos como Dead Can Dance y Pale Saints.


David Lynch y los otros precedentes

En realidad, los orígenes remotos del dreampop se pueden rastrear mucho más atrás en el tiempo. La relación del género con el mundo onírico y los estados alterados de conciencia llevan a vincularlo con la psicodelia de los años 60. Sus producciones venían a ser una actualización del concepto de “muro de sonido” inventado por Phil Spector. La idea de usar el estudio como elemento creativo fundamental ya estaba en los Beach Boys y los Beatles. También se han encontrado influencias plausibles en temas de The Velvet Underground, The Byrds, The Walker Brothers y, aunque solo sea por temática, con “All I Have To Do Is Dream”, de The Everly Brothers, e “In Dreams”, de Roy Orbison.

Y aquí viene la conexión fundamental con el cineasta David Lynch. Esta última canción sonaba en su película “Terciopelo azul” (1986), pero ya en 1977, con el tema “In Heaven”, compuesto por el mismo Lynch para “Cabeza borradora”, se veían muchas características del dreampop. El director también intentó utilizar “Song To The Siren”, de This Mortal Coil, para “Terciopelo azul”, pero no pudo conseguir los derechos, así que compuso un tema de onda similar: “The Mysteries Of Love”, que interpretaría Julee Cruise con música de Angelo Badalamenti. Los tres repitieron experiencia en la popular banda sonora de la serie “Twin Peaks” en 1990 aunque antes, en 1989, se publicó el primer álbum de Cruise, “Floating Into The Night”, que se considera una de las cimas del dreampop.

Para el que esto escribe, sin embargo, la primera piedra del género está en otra banda sonora, la de “La noche del cazador” (Charles Laughton, 1955), a cargo de Walter Schumann, y, en concreto, en dos canciones: “Lullaby” y “Pretty Fly”.


¿Quiénes son los mejores representantes del dreampop?

Además de inventar el género, Cocteau Twins fueron quienes lo llevaron a cotas artísticas más elevadas. Su álbum de 1990, “Heaven Or Las Vegas” está considerado casi unánimemente como la cumbre del dreampop. A finales de los años ochenta, My Bloody Valentine fueron decisivos al marcar la transición del dreampop al shoegaze, en un recorrido que luego seguirían Ride, Slowdive, Lush, Chapterhouse, Adorable y The Sundays, entre otros. En EE UU, la semilla la pusieron Galaxie 500 con “Today” (1988), y la siguieron Mazzy Star.

En el siglo XXI, los mejores y más alabados herederos del género han sido Beach House, pero lo más interesante del mismo es cómo ha ido dialogando con otras tendencias, como el pop electrónico en casos como los de Chromatics y M83. Los ya disueltos Broadcast le otorgaron una dimensión semi fantasmal que entroncaba con conceptos como el de hauntología . De ahí han partido movimientos como la chillwave y el denominado pop hipnagógico, representados por grupos como Washed Out, Neon Indian y Wild Nothing. Hay mucho de dreampop en Deerhunter y Atlas Sound, en Blonde Redhead y Sigur Rós también, y bastante en Panda Bear y Animal Collective. Otro caso que convendría destacar es el de Lana Del Rey, en quien se advierte una conexión lynchiana y narcótica que también lleva a asociarla con este género.

¿Y en España? Llegó de forma paralela a la explosión del indie en los primeros años noventa. Los introductores fueron Silvania –peruanos afincados en Valencia– con el no suficientemente reivindicado “En cielo de océano” (1993), y quienes mejor trabajaron posteriormente con las enseñanzas del género fueron Mercromina y los más subterráneos Blacanova. Hay influencias del dreampop en Los Planetas y, más todavía, en Triángulo de Amor Bizarro, pero también se puede rastrear esa influencia en gente como Melenas y Daga Voladora.





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