¿Qué es el beatbox?
El beatbox es un sonido que se realiza a través del aparato fonador. Descubre quiénes son los máximos exponentes actuales.
¿En qué consiste el beatboxing?
El beatboxing es una forma de percusión vocal que utiliza la boca, los labios, la lengua y la garganta para imitar sonidos de batería, ritmos y otros efectos musicales. Aunque muchas personas lo asocian con imitar instrumentos de percusión, el beatboxing también puede incluir vocalizaciones melódicas, efectos sonoros e incluso imitaciones de sintetizadores y scratchings de DJ. Es una expresión artística que permite crear música y ritmos sin necesidad de instrumentos físicos, utilizando el cuerpo humano como la única herramienta.
La técnica del beatboxing requiere un dominio preciso de la respiración y el control del aparato fonador. Los practicantes, conocidos como beatboxers, desarrollan una amplia variedad de sonidos básicos, como el bombo (“kick drum”), la caja (“snare”) y los platillos (“hi-hats”), y con el tiempo crean combinaciones más complejas y personalizadas. Además, el beatboxing se puede realizar de manera independiente o acompañar a otros géneros musicales, desde el hip hop hasta el jazz, la electrónica y el pop.
El beatboxing no solo es una habilidad musical, sino también una forma de autoexpresión. A través de su creatividad, los beatboxers pueden transmitir emociones, contar historias y generar conexiones con su audiencia. Esto lo convierte en una herramienta artística versátil y poderosa, accesible para cualquier persona dispuesta a aprender y practicar.
La relación entre el beatboxing y el hip hop
El beatboxing está intrínsecamente ligado al movimiento cultural del hip hop, que surgía en las décadas de 1970 y 1980 en los barrios urbanos de Nueva York. Dentro de los cuatro pilares del hip hop —el rap, el graffiti, el breakdance y el DJing—, el beatboxing se consolidó como un complemento natural del MCing (o rap) y del DJing, debido a su capacidad de producir ritmos de manera orgánica y sin equipo costoso.
El beatboxing comenzó a destacarse como una forma de mantener el ritmo cuando no había acceso a tocadiscos o cajas de ritmos. En fiestas o sesiones de improvisación (conocidas como “cyphers”), los beatboxers podían generar la base rítmica que permitía a los raperos improvisar versos. Su flexibilidad también encajó con la filosofía del hip hop, que celebraba la creatividad y la reutilización de recursos para generar arte.
Además, el beatboxing refleja la naturaleza colaborativa del hip hop. En lugar de centrarse solo en la destreza técnica, busca crear conexión y diálogo entre los artistas y el público. Hoy en día, aunque el beatboxing ha trascendido al hip hop para explorar otros estilos musicales, su esencia y raíces están profundamente entrelazadas con esta cultura.
Origen del beatboxing
El beatboxing, tal como lo conocemos hoy, tiene sus primeras manifestaciones modernas en las calles de Nueva York a finales de los años 70 y principios de los 80. Aunque es parte integral de la cultura hip hop, la práctica de usar la voz para imitar instrumentos tiene un linaje más antiguo. Por ejemplo, en India, la técnica vocal conocida como “konnakol” en la música carnática consiste en producir ritmos vocales complejos. De manera similar, en la cultura africana y afroamericana, el “hambone” y otras formas de percusión corporal y vocal han sido utilizadas durante siglos.
El término “beatboxing” proviene del uso temprano de cajas de ritmos electrónicas (drum machines), conocidas como “beat boxes”, que aparecieron en la década de 1980. Beatboxers como Doug E. Fresh, considerado uno de los pioneros del arte, comenzaron a imitar los sonidos de estas máquinas con la boca, incorporándolos en sus actuaciones. Fresh fue el primero en popularizar el beatboxing en grabaciones comerciales, particularmente con su hit de 1984 “The Show” junto a Slick Rick.
Otros artistas como Buffy, de The Fat Boys, y Biz Markie también jugaron un papel crucial en establecer el beatboxing como un elemento distintivo dentro del hip hop. Su habilidad para crear ritmos con nada más que sus voces inspiró a una generación de músicos y elevó la percepción de lo que podía lograrse con la percusión vocal.
Con el paso de las décadas, el beatboxing ha evolucionado significativamente, expandiendo su alcance más allá del hip hop y adoptando influencias de la música electrónica, el pop y otros géneros. Hoy en día, es una disciplina con competiciones internacionales y una comunidad vibrante que impulsa la innovación.
Exponentes actuales del beatboxing
El beatboxing ha crecido enormemente en popularidad, y con ello, una nueva generación de artistas ha llevado esta forma de arte a niveles nunca antes vistos. Uno de los eventos más destacados del mundo del beatboxing es el Grand Beatbox Battle (GBB), donde compiten los mejores beatboxers del planeta, mostrando técnicas innovadoras y estilos únicos.
Entre los exponentes actuales más influyentes están:
- Reeps One (Reino Unido): Reconocido por su impresionante control de frecuencias y habilidades técnicas, Reeps One ha llevado el beatboxing más allá de la música, colaborando con científicos y artistas visuales para explorar las conexiones entre sonido y arte.
- Alem (Francia): Campeón mundial de beatboxing en 2015, Alem es conocido por su precisión y creatividad, que lo han convertido en una referencia para beatboxers de todo el mundo.
- D-Low (Reino Unido): Conocido por su estilo innovador y técnicas avanzadas, D-Low ha sido un competidor destacado en eventos internacionales y es considerado uno de los beatboxers más técnicos de la actualidad.
- Codfish (Australia): Codfish ha logrado combinar el beatboxing con el entretenimiento digital, ganándose una gran audiencia en plataformas como YouTube gracias a su carisma y habilidades musicales.
- Saro (Francia): Especialista en loopstations (dispositivos que permiten grabar y reproducir loops en tiempo real), Saro ha llevado el beatboxing a un nivel electrónico y experimental, creando composiciones completas en vivo.
Además, la escena global del beatboxing incluye colectivos y comunidades en crecimiento, como Swissbeatbox, que sirve como plataforma para compartir contenido, organizar competiciones y promover a nuevos talentos. Este auge ha ayudado a que el beatboxing sea reconocido como una disciplina artística seria y altamente creativa.
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