“So Close To What” es el nuevo y pegadizo disco de Tate McRae
La estrella canadiense Tate McRae acaba de publicar el que seguramente es uno de los álbumes pop del año. Lo analizamos en 5 claves.
Por algún motivo, se toma algo menos en serio a Tate McRae que a otras estrellas pop de su generación, pero “THINK LATER” (2023) era un disco realmente serio. Y el recién estrenado “So Close To What” (2025), seguramente uno de los álbumes pop del año, viene a confirmar que aquí hay diva para rato; una artista con voz carismática, intuición para el estribillo y buen gusto para la producción. Celebramos su salida analizándolo en cinco bloques.
1. El camino hasta aquí
La progresión artística de Tate McRae ha sido sorprendente de ver. De acuerdo, “i used to think i could fly” (2022) no estaba mal –al fin y al cabo, era un disco urdido por infinitos hitmakers–, pero también pudo estar mejor, o sonar menos genérico más a menudo. Esa clase de álbum fue “THINK LATER” (2023), enorme paso adelante del brazo de un Ryan Tedder que rara vez ha mostrado más astucia melódica y contundencia en los graves; el salto a sonidos más trap, R&B y hip hop sentó de maravilla a McRae. Más que un álbum al uso, casi parecía un precoz volumen de grandes éxitos: recordemos la secuencia indiscutible formada por el megahit “greedy”, “run for the hills” y “hurt my feelings”. Fue uno de los grandes discos (súper)pop de 2023, dijeran lo que dijeran ‘Pitchfork’ (criminal 5,9) o ‘The Guardian’ (dos míseras estrellas), así que el siguiente iba a ser examinado con lupa. Tocaba tomarse un tiempo mayor, explorar posibilidades y no decepcionar en absoluto.
2. El sonido
Los singles “It’s ok I’m ok” y “2 Hands” nos hicieron respirar tranquilos a muchos, pero el mejor fue el tercero, “Sports car”, en el que las habituales influencias del R&B de los dosmil y, en concreto, la era dorada de Timbaland emergían con especial fuerza. Suena a tema inédito del “Loose” de Nelly Furtado (2006), o lo que es lo mismo, no puede sonar mejor. Nada brilla a la misma altura en el álbum, pero el repertorio resulta altamente satisfactorio. Se nota la mano de Amy Allen, arma secreta compositiva también de Sabrina Carpenter, en “Miss possessive” –que da nombre a su ya inminente gira mundial–, “Signs”, “No I’m Not in Love” o el emotivo “Means I care”, de beat como tomado prestado al clásico “Never Leave You (Uh Oooh, Uh Oooh)” de Lumidee. También de productores sumados a la causa como Lostboy, colaborador de Kylie Minogue, o el mismísimo Rob Bisel, ganador de cuatro premios Grammy por su trabajo con SZA y un habitual de Kendrick Lamar. Nivel.
3. Las letras
En la citada “Sports car”, McRae no busca lo íntimo ni lo confesional, sino que se limita a declarar las ganas que tiene de subirse a un deportivo para hacer maniobras carnales en la oscuridad. Es pop sin ansiedad ni tristeza algunas, tan solo sensualidad, lo que hoy en día resulta bastante refrescante. Otras canciones, eso sí, la muestran algo más vulnerable, como “Greenlight”, “Nostalgia” o esa “Revolving door” en la que confiesa decir una cosa y sentir otra: “Sigo volviendo como una puerta giratoria/ diciendo que no podría desearte menos, pero te deseo más”. Hay que agradecer la efectividad del tema, en parte, a Julia Michaels, una de las principales artífices del “Revival” de Selena Gomez. Es importante que tus versos suenen a increíble verdad, pero también tener a tu lado a gente que te ayude a convertirlos en pegadizos e imborrables.
4. Enamorados que cantan juntos
Empieza a ponerse de moda lanzar temas con tu pareja, sin ningún reparo, aunque la gente de márketing deba estar recomendando que no se publicite tanto el romance; teóricamente, a nuestros ídolos los preferimos solteros. La citada Gomez y su prometido Benny Blanco han colaborado en muchas ocasiones, pero ahora van a lanzar un disco cofirmado por ambos, con los dos en portada y el empalagoso título de “I Said I Love You First”. Por otro lado, “So Close To What” tiene como uno de sus cortes estrella “I know love”, mano a mano de McRae con su novio, The Kid LAROI, esa especie de Justin Bieber del emo-rap. “Fue un proceso realmente curioso, porque Laroi y yo nunca nos hemos tomado en serio realmente el uno al otro”, dijo ella en una “listening party” de Spotify”. “¿Sabes cuando estás en una relación y cantas cuando el otro está por ahí, pero sin cantar realmente? Fue un poco estresante estar en el estudio cantando y componiendo delante de él, pero fue una experiencia guay verle en su proceso”. El otro único featuring es para la rapera Flo Milli, invitada en una “bloodonmyhands” de pulso hipnóticamente electro.
5. El aparato visual y la gira
En el vídeo de “Sports car” no hay, curiosamente, bólidos a la vista, y vemos a la artista bailar con diferentes outfits en una especie de peep show surrealista, bajo la atenta mirada de un cliente algo sorprendente: ¿ella misma? En el clip de “Revolving door”, alucinado y alucinógeno, vemos a Tate recorriendo sin dirección un espacio claustrofóbico, sin poder salir y sin poder parar de bailar. Actualmente, las canciones pierden más que ganan con los videoclips que suelen producirse para ellas, pero no sucede así con los singles de esta artista, engrandecidos por la búsqueda de coreografías e imágenes memorables. Se esperan también momentos icónicos en la gira (“Miss Possessive Tour”) que comenzará el 18 de marzo en el Pepsi Centre de Ciudad de México y que antes de concluir en Inglewood el 8 de noviembre, habrá pasado por al menos una ciudad española: Madrid, donde McRae actuará el 9 de mayo en el Palacio Vistalegre.
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