Sabrina Carpenter

Sabrina Carpenter busca su consagración con “Short ‘N Sweet”

Es la autora de la canción del verano, pero también la estrella con mayor proyección del firmamento pop. Analizamos su fenómeno antes del lanzamiento de su nuevo disco, el 23 de agosto.

Por Álvaro García Montoliu

Tras el fulgurante éxito de “Espresso” y “Please Please Please”, dos singles con los que no para de batir récords y gracias a los cuales se ha conseguido meter en los oídos de medio mundo, Sabrina Carpenter lanza el próximo 23 de agosto su sexto álbum, “Short N’ Sweet”. Un trabajo de consolidación que precede su primera gira de estadios. Pero antes, hagamos un repaso a cómo Carpenter pasó de ser chica Disney a una de las presencias artísticas más magnéticas del pop mainstream, carne de meme y maestra de la viralidad.

Pero… ¿quién diablos es Sabrina Carpenter?

Sabrina Carpenter, como tantas otras estrellas pop de las últimas dos o tres décadas, empezó su carrera musical gracias al impulso que supuso su participación en la serie de The Disney Channel, “Riley y el mundo”, un objeto de obsesión para adolescentes de todo el mundo entre 2014 y 2017, cuando se emitieron sus tres temporadas. Por aquel entonces encarnaba todo lo que se esperaba de una chica Disney: era la adolescente americana perfecta, una niña buena de beatífica melena rubia y sonrisa infinita. Mientras, empezó a lanzar música, pero no fue hasta 2021, cuando se anotó su primer éxito, “skin”, que durante tiempo se comentó que era una respuesta al “driver’s license” de Olivia Rodrigo, con quien se rumoreó que protagonizó un triángulo amoroso junto con el actor y cantante Joshua Bassett. Dejando asuntos de tabloides al margen, solo un año después llegó su quinto álbum, “emails I can’t send”, que de algún modo también se entendió como un segundo debut, ya como mujer adulta alejada de los códigos Disney. Así lo explicaba a Vogue: “mi anterior música reflejaba una faceta de mí que no sentía auténtica”.


El nacimiento de una obsesión

La obsesión Carpenter llegó a un punto de no retorno cuando ejerció de telonera del Eras Tour de Taylor Swift. Obviamente es imposible toserle a la reina en cuanto a show, pero quien ha podido verla en directo sabe que Sabrina no se contenta con el rol de telonera y sabe lo que es el sentido del espectáculo. Y ya no es que empiece a acumular hits, es que su presencia sobre el escenario es completamente magnética, entre botines de tacón alto, mini vestidos de piel y esa larga melena rubia que se aposenta sobre su hombro. Carpenter, además, ha sabido muy bien apropiarse y empoderarse de las críticas tal y como cantaba en “because i liked a boy”, donde recuerda que se le ha llamado “rompehogares” y “zorra”, solo “porque le gustaba un chico”. Sabrina ha crecido hasta convertirse en una mujer sexy, poderosa y con una plena confianza en sus capacidades, siendo a la vez objeto de devoción para millones de chicas alrededor del mundo.



Sabrina Carpenter y Barry Keoghan, un romance entre cafeína y emojis

No es por desmerecer su talento infinito, pero hay que ser honestos, también ha ayudado mucho a que la Sabrina-mania genere un fervor desmesurado el hecho de que este año haya iniciado un sonado romance con uno de los actores del momento y que más obsesión genera en redes sociales, Barry Keoghan. Ambos forman una de las parejas más queridas del famoseo internacional desde el momento en el que se conocieron en un desfile de Givenchy en París. Se les ha visto juntos en todas partes: desde museo de Los Ángeles hasta conciertos en Singapur, donde se les vio abrazarse al acabar el show. Keoghan es su fan número uno, y quienes amamos uno a otro no podemos parar de mirar el momento en el que, sobre el escenario de Coachella ella le saluda a él juguetonamente. El coqueteo entre ambos es constante: desde Keoghan llevando una pulsera con el nombre de ella, a ambos flirteando en redes sociales con emojis reveladores. Hasta ha protagonizado el videoclip de su reciente single, “Please Please Please”




Récord tras récord

En Coachella, por cierto, estrenó en directo “Espresso”, hoy por hoy, la canción más grande del planeta, aun habiendo pasado cuatro meses desde su estreno. El single encapsula todas las cualidades de Sabrina Carpenter como celebridad, una mujer capaz de ser sexy y ponerse bobalicona a la vez. Muchas de sus letras, rayanas en la más absoluta idiotez, tienen también mucho de irresistibles, lo que explica el éxito viral de “Espresso”, carne de meme y un fenómeno que hasta ha llevado a Carpenter a lanzar su propio helado inspirado en la canción. Este disco-pop, claramente reminiscente de principios de los años ochenta, va camino de superar los mil millones de reproducciones en Spotify y, no contenta con el fulgurante triunfo de “Espresso”, en junio lanzó un nuevo sencillo, “Please Please Please” con el que también ha conseguido un número uno en el Billboard. De hecho, el pasado julio se convirtió en la primera artista femenina en protagonizar el número uno y el número dos del chart más famoso del mundo en tres semanas consecutivas. Solo Madonna y Ariana Grande consiguieron tener a la vez un número uno y un número dos, pero de manera no consecutiva.



Bajita pero dulce

De “Short N’ Sweet”, el sexto álbum de Sabrina Carpenter, y el que la debería llevar al estrellato mundial después de dos gigantescos números uno y su primera gira de estadios, que empezará en septiembre, sabemos más bien poco. La mitad de las canciones estarán producidas por Jack Antonoff, quien ya firmó “Please Please Please”, promete explorar más géneros que en anteriores trabajos y, por supuesto, fiel a su naturaleza juguetona, el título es una referencia tanto a su estatura como a su carácter. La web, además, describe el disco como una exhibición del “centelleante espíritu de Sabrina Carpenter, la estrella pop de miniatura que tiene una presencia artística más grande que la vida”. Hay títulos de canciones que prometen: “Dumb & Poetic”, “Lie To Girls”, “Bed Chem” y “Don’t Smile”. En total, doce canciones y 36 minutos de duración. Como debería ser un disco de pop.



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