2023, nuevo punto de partida para Lil Yachty
Repasamos el año del artista estadounidense, quien, tras dar un giro sorprendente a su carrera con su último disco, ha seguido brindándonos motivos para hablar de él durante el resto del curso
Ya hará casi un año, en enero pasado, Lil Yachty sacó su cuarto disco de estudio, “Let’s Start Here.”. Un álbum que, en el momento de su lanzamiento, sacudió la opinión general, sobre todo en el ámbito del hip hop mainstream, no solo por lo que significaba en la carrera del rapero, si no también por sus implicaciones en el plano mayor del estado del género en Estados Unidos, aunque el disco tan siquiera se mueva dentro de los parámetros del hip hop. Quizá, tras once meses, sigue siendo el álbum más divisorio de 2023.
Empecemos por aquí
Lil Yachty, como tantos otros artistas antes que él, quiso salir de su zona de confort, retarse, ver qué otros senderos podía andar y, sobre todo, cuales podía desandar. Fan empedernido de Pink Floyd y con una colaboración con Tame Impala como precedente, el rapero de Atlanta se embarcó en la grabación de un disco con claro influjo del rock psicodélico, dejando de lado (casi) su faceta de MC para abrazar una cara más experimental (al menos, dentro del contexto de su carrera). El resultado es uno de los discos más estimulantes del año, que ha ido creciendo con el paso del tiempo y que permite a Lil Yachty poder ser añadido en la lista de esos artistas que se atreven a desafiar lo qué se espera de ellos para hacer lo que las entrañas y el corazón les piden hacer. Artistas que, a pesar de absurdas resistencias generales y prejuicios de doble hoja, quieren romper con las etiquetas que la industria o los medios les han colgado. “Let’s Start Here.” te puede gustar más o menos, incluso te puede parecer que los objetivos que hay detrás de él invalidan la propuesta artística de Lil Yachty. Pero no se puede negar la osadía de sacar un disco así en un panorama mainstream que suele premiar la complacencia por encima del desvío.
Contra las etiquetas, propias y ajenas
Con este tipo de movimientos, suele ser habitual una recepción sin medias tintas: o se encumbra al atrevido o se le dilapida (o, como mínimo, se le cuestiona). Ya se sabe, vivimos en tiempos de hipérboles, en las que todos, por mucho que intentemos evitarlas, podemos caer. El problema aquí es que, si bien por el lado positivo –desde las palabras de Questlove a la validación que artistas como Kendrick Lamar, J. Cole o Tyler, The Creator le dieron al escuchar el disco, según ha dicho el propio Yachty– las alabanzas se sustentaban en lo radical del movimiento pero, sobre todo, en el resultado de este, en el disco, en la música, por el lado negativo las críticas venían no tanto de lo musical como de unas declaraciones que Yachty hizo durante el lanzamiento del disco: “I really wanted to be taken seriously as an artist, not just some SoundCloud rapper or some mumble rapper”. Algunos medios cargaron contra él por estas palabras, haciendo que la reseña del disco girara en torno a la polémica generada –legítima, necesaria, incluso obvia– en lugar de valorar la música que Yachty estaba exponiendo al mundo.
Es cierto, la frase es desgraciada y tiene un fondo muy complejo, pero no es menos cierto que, justamente, con este tipo de críticas, los medios estaban cayendo en la misma trampa de siempre: encajonar, no aprobar que artistas que se mueven en círculos hip hop deseen hacer otro tipo de música… ¡Si en el fondo seguirán orbitando en los parámetros del género! Aportándole nuevos sonidos, nuevas perspectivas. Que se lo digan a un Tyler, The Creator que, tras ganar el Grammy a mejor disco de rap en 2020 por “Igor” (2019), dejó ir la siguiente reflexión: “It sucks that whenever we —and I mean guys that look like me— do anything that’s genre-bending or that’s anything they always put it in a rap or urban category. I don’t like that ‘urban’ word —it’s just a politically correct way to say the n-word to me”. Una de las críticas que más cuestionó el cambio de registro de Lil Yachty situaba el disco en la categoría de rap. Pues eso. Hay un cinismo muy evidente, y es que los mismos que echaron pestes de “Let’s Start Here.” seguramente no habrían ni pestañeado en el caso que Yachty, en lugar de este, hubiera publicado otro disco en la misma línea que sus anteriores. Quizá el problema no esté tanto en lo que los artistas pretenden con sus carreras, si no en las expectativas y los prejuicios que, a veces, los medios y los oyentes volcamos en ellos.
Más rapero que nunca
Quizá como respuesta a todo esto, quizá porque simplemente le apetecía, durante todo este año Yachty ha ido sacando canción tras canción, todas en el ámbito de ese rap del que decían había renegado. Empezó su “respuesta” con un single del que llevaba tiempo tanteando el lanzamiento, consiguiendo que fuera uno de los temas más esperados por sus fans. “Strike (Holster)” fue un improbable intento de replicar el éxito de uno de sus mayores hits, “Poland”. A este single le seguirían “SLIDE” y “SOLO STEPPIN CRETE BOY”, un freestyle que ha terminado siendo uno de los temas favoritos del año. Más tarde llegarían “TESLA” y “The Secret Recipe”, este último junto a J. Cole. Y es que las colaboraciones también han sido uno de los pilares para Yachty este curso. Drake, uno de sus principales padrinos, no solo le ha cedido espacio en forma de featuring en su último disco, “For All The Dogs” (2023), sino que también le ha confiado varias tareas en la producción de varios cortes. Con J.I.D ha unido fuerzas en un par de tracks; se ha colado en uno de los discos de rap mejor valorados del año, “Ganger” (2023), de Veeze; y Flo Milli le ha reclutado para el remix de “Never Lose Me”, sin duda uno de los temas más infecciosos que nos ha dejado la recta final del curso.
Un 2023 tremendamente prolífico al que recientemente acaba de poner la guinda con el anuncio de “It’s Us Volume 1”, primer disco conjunto de Concrete Boys, el sello y el colectivo que encabeza, con los raperos DC2Trill, Draft Day, KARRAHBOOO y Camo! entre sus miembros. El anuncio vino empaquetado este diciembre con el single de aires navideños “MO JAMS”, pero ya en octubre habíamos podido ver al grupo en plena acción en una sesión de On The Radar Radio. Esa base de saxo a lo Kenny G ha sido un placer culpable de muchos en los últimos meses. Con este proyecto a punto de salir del horno, no parece que Yachty vaya a pisar el freno y, de hecho, ya ha comentado su deseo de hacer un disco conjunto con Tyler, The Creator.
Giros también bajo los focos
Una de las incógnitas que se abrieron en esta nueva etapa de Lil Yachty era cómo encararía sus próximos directos tras el lanzamiento de “Let’s Start Here.”. ¿Habría traslación del disco a los escenarios o el estadounidense iría a lo fácil apoyándose en su catálogo previo? Un movimiento como este, sin duda, merecía afrontar el reto hasta sus últimas consecuencias y así lo ha hecho el artista con “The Field Trip Tour”, la gira que ha protagonizado este último año, en la que se ha llevado banda en directo para ser lo más fiel posible al espíritu del disco. Sus actuaciones en “Saturday Night Live” o en el late show de Jimmy Kimmel son un buen ejemplo de lo que depara en concierto este nuevo Lil Yachty que, si nada se tuerce, tendremos la oportunidad de ver el próximo 10 de mayo en la sala Razzmatazz de Barcelona. Si vais, ya sabéis, guardaros cualquier tipo de prejuicio.
Foto: Gunner Stahl
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