El nuevo disco de Delaporte: aquí y ahora, dejarse caer
El dúo formado por Sandra y Salvi regresa con nuevo álbum, “Déjate caer”
Justo un año después de su último álbum, “Aquí y ahora” (2024, Mad Moon Music), Delaporte regresan con un trabajo que sigue precisamente ese hilo y que funciona, en definitiva, como una continuación vívida de todo lo expuesto entonces, ese manifiesto a base de bpms sobre la capacidad curativa de la música electrónica con el que Sandra Delaporte y el productor Sergio Salvi superaron una crisis tanto artística como personal, y que está marcando un camino de redescubrimiento a un ritmo completamente propio.
Un disco aquí, y ahora
La portada de “Déjate caer” (2025, Mad Moon Music) habla por sí sola: toda la energía que Sandra y Salvi cargaron en múltiples comuniones en torno a la celebración del techno y que se manifiesta en “Aquí y ahora” la han ido devolviendo en los conciertos de la gira, llegando a un nivel de conexión con su público antes desconocido para ellos. Su nuevo álbum captura esos momentos compartidos, la frescura del directo, la espontaneidad de las ideas que surgen más del instinto y de la pasión que de una reflexión demasiado sesuda. Todo son emociones puras y a flor de piel, y “CAGARLA”, desde el primer momento, avisa: aquí se abraza el error como parte de un aprendizaje constante.
El techno cura
“El techno cura”, contenida en su anterior trabajo, resume bien esta nueva fase de Delaporte. Pero si en “Aquí y ahora” el discurso se centraba más en el manifiesto que en la acción (sin renunciar nunca a un cierto balance entre las dos ideas), “Déjate caer” apuesta por la práctica. A través de UK bass y sonidos heredados del corpus rave, a través de breaks progresivos y techno melódico, el dúo se encomienda a la liberación mental, emocional y física, a la comunión entre nuestra humanidad y la naturaleza, a la ternura, al afecto y al amor como motores del mundo… y a las sustancias como catalizador de experiencias trascendentales. Lo que está claro es que Delaporte podrían subirse perfectamente a esa nave del encanto en la que Pedro Alonso busca la reconexión consigo mismo mientras persigue el espíritu de los dioses ancestrales del peyote y la ayahuasca, dinamitando los límites de la racionalidad y abrazando el proceso. Su personaje en “La casa de papel” se llamaba Berlín… supongo que no es más que otra bonita casualidad.
Nuevos caminos
Con Sandra definitivamente relocalizada en la montaña, alejada del mundanal ruido de la ciudad y mucho más conectada no solo con la naturaleza sino con sus propias posibilidades y capacidades como músico, compositora, productora, el proceso creativo de Delaporte se ha tenido que adaptar a una manera más libre y espontánea de trabajar. También más conversacional, con los dos rebotándose archivos e ideas que ahora surgen más de un espacio de intimidad, y que luego adquirieron pleno sentido en un pequeño retiro en la casa familiar de Sandra en la cornisa cantábrica. “Rendición”, por ejemplo, una de las mejores canciones publicadas por Delaporte, parte de un boceto de Sergio para su proyecto personal, bruno (que aparece como featuring). Y los juegos de efectos vocales que usa Sandra en “Japi Mil”, “Techno Rico” o “Somos Diablos” surgen de pruebas y experimentos muy personales. Nuevas vías para un grupo que hoy parece haber encontrado su camino, y que está dispuesto a andarlo meditando siempre sobre el significado que tiene en nuestras vidas cada paso.
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