Descubre a KATSEYE, el sexteto de pop global formado bajo la filosofía surcoreana

KATSEYE es un experimento que ha salido bien. Hace un par de años, la discográfica surcoreana HYBE y la norteamericana Geffen se unieron para crear un proyecto que partía de la siguiente premisa: ¿funcionaría un grupo creado bajo los estándares del K-Pop pero nacido en Estados Unidos? Realizaron audiciones online, además de en Corea del Sur, Estados Unidos, Japón e Inglaterra: en total, se presentaron 120.000 chicas de todas partes del globo. Así, aunque el objetivo era distribuir y comercializar la banda con especial fijación en el mercado occidental, el proceso de selección seguía los criterios asiáticos: varias chicas fueron trasladadas a EEUU con la finalidad de convivir en la misma casa. En ella, todos los días tenían entrenamiento de canto, baile o protocolo, entre otros. Tras hacer una primera criba, 20 seleccionadas compitieron en un talent show titulado Dream Academy, una especie de Operación Triunfo a lo surcoreano donde las ganadoras pasan a formar parte de la misma banda (un planteamiento bastante común en dicho país). El concurso terminó el 18 de noviembre de 2023 con Sophia Laforteza, Lara Raj, Yoonchae Jeong, Megan Skiendiel, Daniela Avanzini y Manon Bannerman como ganadoras y, por tanto, miembros del primer supergrupo global de HYBE.

KATSEYE, un sexteto multicultural

Sophia, de origen filipino, es la líder del sexteto. Manon ha nacido en Zúrich y posee raíces suizo-italianas a la par que ghanesas. Daniela, de ascendencia venezolana y cubana pero residente en Estados Unidos, representa a la comunidad latina. Lara es de origen indio y Megan, de Hawái, proviene de familia china, singapurense y estadounidense. Por último, Yoonchae, la maknae (como se denomina a los miembros más jóvenes de los grupos surcoreanos) ha nacido en Seúl y es ex trainee de CJ E&M. Así, aunque gran parte de la selección dependía del voto del público, el jurado prefirió que cada una de las integrantes tuviese orígenes multirraciales con el fin de representar todos los continentes, para que el grupo “global” no se asentara tan solo en Norteamérica y Corea del Sur.

El nombre de la banda fue elegido por sus miembros entre tres posibilidades ofrecidas por el sello discográfico. KATSEYE se escribe todo junto y en mayúsculas, si bien se trata de una palabra estilizada que proviene de “cat’s eye” (el ojo del gato). Explican que el ojo de un felino es como una piedra preciosa: puede ser de todos los colores, e irradia diferentes tonalidades dependiendo de la perspectiva en la que se mire, lo que se relaciona con las diferencias culturales de cada uno de los miembros del sexteto.

El inicio de su aventura musical, ¿en un género o en una escena?

KATSEYE lanzó su primer sencillo, “Debut”, el 28 de junio, y su primer EP, “SIS (Soft is Strong)”, salió el 16 de agosto, coincidiendo con un documental de Netflix que relataba todo el nacimiento de la formación. Si bien su carta de presentación se asimilaba al K-pop de tercera y cuarta generación (más cercano a Blackpink o Red Velvet), cuando alcanzaron el verdadero éxito fue con “Touch”, single con el que sí unían posiciones a las surcoreanas más contemporáneas como Illit o NewJeans. Así, aunque sus diversos orígenes culturales les permiten acercarse a un público más amplio, la inspiración fundamental del sexteto afincado en Los Ángeles está puesta en las corrientes dominantes del país asiático. Por tanto, allí es donde comenzaron el pasado mes de septiembre su gira promocional, si bien se espera que en 2025 realicen su primer tour por Estados Unidos. De Europa, de momento, no hay noticias.

Si en algo radica lo interesante de KATSEYE es en la concepción de la K- de K-Pop como algo más que una cuestión meramente geográfica. ¿Puede un grupo que no ha nacido en Corea hacer K-Pop? Para ello, dicha letra tendría que dejar de hacer alusión a un país para pensar en que todas las bandas reunidas bajo ese paraguas cumplen una serie de requisitos sonoros, ideológicos, jurídicos y performativos. En ese sentido, el sexteto angelino surge de un talent show posterior a un confinamiento educativo. Se trata de una girl band de vocalistas en la que cada una de ellas ocupa un rol específico, y donde el apartado visual del proyecto artístico cobra especial relevancia: destaca, fundamentalmente, el peso de la coreografía equiparable prácticamente al compositivo, que se sustenta en un estilo a caballo entre lo fierce y lo kawaii donde la coordinación cuasi robótica entre todos los miembros es crucial. En ese sentido, KATSEYE, provengan de donde provengan, cumplen todos los requisitos, lo que nos deja, para concluir, una última pregunta: ¿es el K-Pop un género, o una escena?