Carolina Durante eligen su propia aventura en su nuevo disco
“Elige tu propia aventura”, el tercer trabajo del cuarteto madrileño, les ve evolucionar expansiva y conceptualmente, pero también en el plano lírico y sonoro. La madurez era esto.
Cuando eres una banda como Carolina Durante cada paso puede parecer un mundo. Bandera de una generación, siempre se ha puesto sobre ellos una expectativa exagerada, más para una banda que nunca vino a querer cambiar nada y que simplemente querían “pasarla” bien, reírse de las desgracias y ansiedades de la veintena con amigos, entre copas y guitarrazos. Su tercer álbum lo han conseguido grabar a su bola, exactamente como han querido, con la dádiva de quienes se han ganado el derecho a exigir el perfil bajo cuando siempre lo ofrecieron. Dueños de su destino, los Carolina Durante de “Elige tu propia aventura” decidieron quitarle todo el hierro del mundo a una gira de warm-up y convertirla en una fiesta de cinco conciertos para amigos en la Wurli en la que realmente los protagonistas eran los teloneros, nuevas bandas como Alcalá Norte o Tetas Frías, que no necesitan comparaciones y quizá solo una mano. Lo repasamos en algunas claves.
Bienvenidos a los 30…
En su tercer álbum los madrileños enfrentan por primera vez algo parecido a la madurez, y no entienden el descontento con rabia, sino más bien con una especie de serena y cínica aceptación porque, bueno, en el fondo no les va tan mal. Diego sigue tirando de nostalgia romántica y de malas decisiones, de noches interminables y de todo tipo de sustancias y agujeros como el que protagoniza la portada, una alcantarilla madrileña. Se sigue recreando, por momentos, en su propia mugre: “Elijo ser como mi padre”; “Imagina ser lo que odias: es mi nuevo juego favorito”. Pero hay esperanza, hay briznas de experimentación que son el fondo nuevas respuestas a los mismos problemas: “Sé que esta vez no vendrás a salvarme. Esta vez saldré solo”... “Mis amigos suman más que mis demonios”.
Pues habrá que madurar, ¿no?
Toda esta llegada a los 30, caótica y a veces hasta atropellada, podría haberles pasado por encima, incapaces de aceptarse a sí mismos y replicando las mismas sensaciones, recreándose en una rebeldía infantil y combativa. Pero Carolina Durante han conseguido ponerle un poco de épica y seriedad e introducen giros sorprendentes para ellos en lo musical: no solo han engordado el colchón de ruido sobre el que echarse a dormir, también dejan un solo de armónica en “San Juan” o abrigan la homónima “Elige tu propia aventura” con cuerdas y una sección de vientos. Hay muchos guiños del indie americano de los primeros de los 2000, y hasta en las chiribitas sutiles que dejan las guitarras en canciones como “Verdes, Césped” pueden reconocerse las influencias de The National o Sufjan Stevens.
Localización espacio-temporal
En todas las canciones de Carolina Durante, Diego tiende a localizarte. Desde el principio, bajando Corredera con Dionisio, su discografía es en cierto modo un mapa del Madrid de estos años, el de la Wurli y el Tempo, y su nuevo disco no es una excepción. En “Misil” te lleva directamente a Barcelona, a la criba de afters (a la que en cierto modo pues tienes que querer ir si eres madrileño) y a la 2 de Razz, y en “Tempo 2” no es que vuelvan a recostarse en la zona de confort de uno de sus lugares seguros en la capital: lo utilizan como un juego de palabras experimentando con el propio tempo del tema, que casi parece sacado de un hip hop, y hasta alcanzan a dibujar una Mad-rid que tiene mucho de la Mad-chester de los años noventa.
Nuevas y viejas influencias
Primal Scream o The Stone Roses, incluso Oasis por momentos, emergen así como nuevas referencias para Carolina Durante, que además abrazan una sonoridad más expansiva heredera del indie más aéreo. Además, claro, reconocemos el precipicio de Los Planetas de “Una semana en el motor del autobús”, a Los Punsetes de “Una montaña es una montaña”, a Triángulo de Amor Bizarro e incluso a ellos mismos, que parecen reformular “El parque de las balas” en “Misil” (seguramente sea la canción que mejor representa este salto adelante sin tomar dirección de vacío intencionado, y que no por nada está exactamente en el eje) y que se cagan en Sísifo y terminan disfrutando de “los paseos y las putas gaviotas” en una “Hamburguesas” que, por su parte, sirve como cúspide de redención en un disco que es oscuro, pero que se abre a una luz cegadora. Al final, “Dios tiene planes para mí”.
En familia y con visita sorpresa
La amistad es la verdadera salvación en “Elige tu propia aventura” como en toda la carrera de Carolina Durante. Para girar este disco, más ambicioso en lo instrumental, han ampliado la banda a base de colegas. Y en “Normal”, además, montan cena familiar e invitan a cantar a la cuñada de Diego, una tal Rosalía de voz prístina a la que han ocultado hasta en los créditos. No solo en los créditos, aún hubo más guasa: en los links de prensa la canción no aparecía, e incluso llegaría a jurar que en algún momento llegó a aparecer, sí, pero en otra versión y con otra voz invitada que no fui capaz de reconocer… aunque aquí está hablando mi memoria difusa, no me toméis demasiado en serio. O sí.
Disfruta del 100% de las ventajas de SMUSIC haciéndote cliente Santander aquí